La rinoplastia es uno de los procedimientos estéticos más demandados en nuestro país. Esta cirugía de nariz, puede tener tanto fines estéticos como funcionales, al corregir problemas respiratorios o al mejorar la armonía facial. Sin embargo, uno de los aspectos más cuestionados de esta intervención es determinar la edad mínima adecuada para someterse a ella.
La madurez emocional del paciente, así como el desarrollo completo de la estructura nasal, son factores que los profesionales de la medicina estética consideran antes de realizar esta cirugía. En este artículo, hablaremos de la edad mínima recomendada para realizar una rinoplastia y en qué consiste el procedimiento. ¡Sigue leyendo!
¿Cuál es la edad recomendada para hacerse una rinoplastia?
A la hora de realizar una rinoplastia es recomendable esperar al desarrollo completo de la nariz, que suele darse entre los 16 y los 18 años, aunque no existe un límite de edad legal aplicable a todo el mundo.
La nariz sigue creciendo y cambiando su estructura hasta que no se alcanza la plena madurez facial, por lo que, si se realiza esta intervención estética antes de tiempo, es posible que los resultados no sean duraderos y que la estructura nasal cambie con el tiempo. Por otro lado, el paciente debe estar preparado psicológicamente para la operación y ser consciente de todos los cambios qué conlleva.
Es esencial que el cirujano realice una valoración previa de cada caso para conocer los objetivos de someterse a la intervención y decidir si el procedimiento es o no viable. En algunos casos y bajo autorización médica, es posible realizar la operación siendo menor de edad, si un problema respiratorio está perjudicando la salud y las condiciones de vida del paciente.
Tampoco hay una edad máxima recomendada para someterse a esta operación, siempre que el paciente esté física y mentalmente sano y no exista contraindicación médica.
¿Qué objetivos se persiguen al operarse la nariz?
Con la rinoplastia pueden modificarse características de la nariz como la simetría, la forma o el tamaño. Hay dos objetivos principales que se persiguen al someterse a esta operación:
- Estético: El paciente busca corregir imperfecciones estéticas como narices grandes o torcidas, elevar la punta nasal o modificar el dorso o las aletas, con el objetivo de resaltar la belleza natural y encontrar un equilibrio armonioso con el rostro.
- Funcional: El paciente busca corregir problemas de salud como la obstrucción nasal, la desviación del tabique u otros problemas respiratorios.
Dependiendo de uno u otro, la edad mínima de intervención puede ser mayor o menor.
¿Cómo se lleva a cabo una rinoplastia?
Antes de empezar con el procedimiento, el médico realiza una exploración física donde tiene en cuenta el historial clínico del paciente. Se toman fotografías y, a partir de ellas, se muestra cómo se verá la nariz tras la operación. Es importante que el cirujano y el paciente mantengan una conversación realista sobre las expectativas de la cirugía.
Una vez terminada la preparación, el profesional decide de qué manera realizar la rinoplastia según las necesidades del paciente:
- Cerrada: Es la más común, ya que se minimizan las cicatrices visibles. Las incisiones se realizan dentro de la nariz, para que las mucosas y la piel se adapten a la nueva estructura nasal.
- Abierta: Se realiza una pequeña incisión en la columela, el área que se localiza entre las fosas nasales. Se practica cuando existen ciertas deformidades en el exterior de la nariz.
Según lo que se determine, la anestesia será general o local con sedación. Durante la cirugía, el especialista puede remodelar el cartílago nasal, ajustar el hueso y corregir cualquier otro problema estructural. La duración de la operación de rinoplastia suele ser de una o dos horas, dependiendo de la complejidad.
¿Cómo es la recuperación de la rinoplastia?
El postoperatorio de la rinoplastia varía según la dificultad de la operación, pero es habitual que los pacientes sufran hinchazón y moretones en la zona durante los primeros días o semanas.
Es recomendable hacer caso a las indicaciones del médico para que la recuperación sea lo más rápida posible. Por norma general, es aconsejable mantener la cabeza elevada, aplicar compresas frías en la zona, evitar el ejercicio físico intenso y tomar la medicación recetada.
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