Muchas mujeres se ven acomplejadas por sus ojos caídos, pero gracias a la blefaroplastia sin cirugía, este hecho tiene solución. El paso del tiempo se nota en la mirada, provocando un aspecto más cansado. Sin embargo, la tecnología avanza y cada vez existen técnicas más avanzadas y menos dañinas para el rostro.
En este artículo, te explicamos en qué consiste este procedimiento y algunos puntos importantes para que conozcas si esta técnica es adecuada para ti. ¡Sigue leyendo para no perderte nada!
Blefaroplasma: ¿en qué consiste?
La blefaroplasma o blefaroplastia sin cirugía es una técnica con láser que permite eliminar la piel y la grasa sobrante de los párpados superiores e inferiores, mediante un procedimiento mínimamente invasivo para el paciente y con el que se consiguen resultados óptimos. Constituye una alternativa menos agresiva respecto a otro tipo de cirugías realizadas con el mismo fin.
Esta técnica permite la producción de colágeno en la piel, al mismo tiempo que elimina todas aquellas células dañadas por el paso del tiempo. Con todo, se consigue mejorar la textura de los párpados, haciendo que los pacientes recuperen de nuevo su mirada y obtengan una piel más lisa.
¿Qué tipos de blefaroplastia hay?
Existen distintos tipos de blefaroplastia, dependiendo de la zona de los ojos que se pretenda corregir y de los métodos empleados. A continuación, te hablamos de ellas:
Blefaroplastia superior
Esta cirugía está indicada para tratar los párpados superiores y eliminar el exceso de grasa y piel colgante en esta zona, con el objetivo de devolver a los ojos su vitalidad y juventud. Para ello, se realizan incisiones en el pliegue del párpado superior, de manera precisa. Después, se quita la piel o grasa sobrante y se cose la herida cuidadosamente.
Blefaroplastia inferior
Esta cirugía permite corregir las bolsas debajo de los ojos y las pequeñas arrugas que se forman en esta zona, como consecuencia de la edad, la genética y otros factores como la mala alimentación o la falta de sueño. El procedimiento es exactamente el mismo que en el caso anterior, pero se trabajan los párpados inferiores.
Blefaroplastia sin cirugía: procedimiento
Antes de nada, un médico profesional realiza un diagnóstico completamente individualizado del paciente y se informa de todos los aspectos relacionados con la intervención. Además, se evalúa si la persona es candidata para someterse a ella. Se determinan las zonas que vayan a ser tratadas y se especifica el número de sesiones en cada caso.
Se utiliza un láser fraccional que, a diferencia de otro tipo de láser, este no elimina las capas de la piel, sino que emite una luz pulsada con calor que se aplica en los párpados, sin dañar en ningún caso la zona.
Finalmente, el paciente puede volver a casa y debe seguir las recomendaciones pautadas por el médico, tales como no tomar el sol durante los primeros días y aplicar una crema adecuada en el área tratada. Uno de los puntos positivos de esta intervención es que las personas pueden volver a su rutina prácticamente enseguida.
Ventajas de la blefaroplastia sin cirugía
Este método tiene una serie de ventajas realmente interesantes que debes conocer, con tal de apostar por este servicio y tomar una decisión informada. Seguidamente, te presentamos algunas de ellas:
- Mirada rejuvenecida.
- Piel más firme.
- Arrugas menos visibles.
- Ausencia de cicatrices.
- Recuperación rápida.
¿Para quién está indicada la blefaroplasma?
En general, esta intervención se dirige tanto a mujeres como hombres que presentan párpados caídos y un rostro más cansado. Con todo, resulta ideal si quieren conseguir una mirada más despierta y llena de vitalidad.
También es una buena opción para quienes hayan sufrido algún tipo de lesión ocular y quieran modificar el aspecto de la zona, mediante un procedimiento poco dañino. Todos lo que tengan alguna de las características descritas arriba pero no quieran pasar por quirófano, la blefaroplasma es una alternativa sorprendente que no deja cicatrices.
¿Cuánto dura el efecto de la blefaroplastia sin cirugía?
Muchos se preguntan si con esta técnica se consiguen resultados permanentes y la respuesta es que sí. En general, solo se necesita una sesión para corregir los párpados, pero en aquellos casos donde el envejecimiento de esta zona es más acusado, pueden ser requeridas dos o tres sesiones más. No obstante, dado que el proceso de envejecimiento de la piel es algo natural e inevitable, pueden ser necesarias algunas sesiones en el futuro para refrescar la piel.
Tras la intervención, es normal sentir inflamación, pero esta desaparece al cabo de unos días. También se producirán pequeñas costras en la zona tratada, pero es muy importante que no se arranquen, puesto que caerán solas. Si se siguen los consejos de la clínica de medicina estética Leben&Körper, se potenciarán todavía más los efectos de este procedimiento.
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